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Colección Ensayos Palo con Ojos

  • El Triunfo del Anhídrido Carbónico
  • Artista madre, artista puta
  • Bofetada al gusto común
  • No matéis a Caín y otros alegatos acerca del buen morir
  • Hombre y Absoluto (El animal adorador)
Portada del libro: Méjica en América
Un poeta venido del trópico incendió de Azul... los mares de España, 2008.

Españeciendo nos muestra algunos de los principales registros pictóricos de Méjica, su compromiso con el color y la expresividad del gesto. También sus esculturas y cerámicas se debaten entre la figuración y lo simbólico, entre la representación y el signo. Y es que a la postre todas son manifestaciones de la misma unidad de espíritu, entusiasmo y vitalidad creadora.

Su actual singladura, entre el “Ojocentrismo” y el “Neocubismo”, resulta una clara oportunidad para descubrir e identificar algunos de los registros más potentes de este artista español y universal, que, sin dejar de ser uno, es como Picasso, un creador múltiple y torrencial.

El “Ojocentrismo” referencia sus obras de trazo más expresivo, donde lo ancestral, los simbolismos e impulsos atávicos son manifestación de una relación inmediata, casi espontánea y emocional, con la pintura.

Igualmente participan de su versatilidad y facundia, los colores ardidos y las formas ardientes de sus toros y paisajes de las tierras de España, de gran dinamismo y brioso expresionismo.

En cuanto a sus pinturas neocubistas, también sus materializaciones volumétricas y relieves, vienen protagonizadas por la representación —deconstruida y a modo de secuencia— de barcos fondeados en las dársenas de Navia y San Juan de la Arena, que multiplica y geometriza a través de la arquitectura del color — contenido y de gran equilibrio— y la superposición de planos, que el artista asocia con la poshistoria de la aventura cubista.

En suma, una exposición con una itinerancia de largo recorrido por el subcontinente americano que nos descubre el Méjica más personal, siempre con un punto de magia, que se manifiesta en sus formas más o menos coloristas y expresivas, con soluciones eclécticas entre lo esquemático y el neocubismo, la abstracción motivada y los neoexpresionismos más actuales, lo gestual y lo sígnico. Méjica, él solo, casi una Historia del Arte.

El Imaginador de Nubes, 2008.

En cuanto a sus pinturas "neocubistas", también sus materializaciones volumétricas y relieves, vienen protagonizados por la representación deconstruida, a modo de secuencia, de barcos fondeados en las dársenas de Navia o San Juan de la Arena, que multiplica y geometriza a través de la arquitectura del color -contenido y de gran equilibrio- y la superposición de planos, y que el artista socia con la poshistoria de la aventura cubista.

En suma, una exposición que nos descubre el Méjica más personal, siempre con un punto de magia, que se manifiesta en sus formas más o menos coloristas y expresivas, con soluciones eclécticas entre lo esquemático y el neocubismo, la abstracción motivada y los neoexpresionismos más actuales, lo gestual y lo sígnico. Méjica, él solo, casi una Historia del Arte.

Campo de redondas para el gran pájaro de fuego, 2003.
Campo de redondas para el gran pájaro de fuego, 2003.
El gran toro macho que ha de matarle está comiendo yerba, 2007.
El gran toro macho que ha de matarle está comiendo yerba, 2007.