Próximos títulos

Colección Ensayos Palo con Ojos

  • El Triunfo del Anhídrido Carbónico
  • Artista madre, artista puta
  • Bofetada al gusto común
  • No matéis a Caín y otros alegatos acerca del buen morir
  • Hombre y Absoluto (El animal adorador)
Un barco ruso me trajo rolando el suprematismo (detalle), 2009.
Un poeta venido del trópico incendió de Azul... los mares de España, 2008.

En El ojo se pasea se muestran algunos de los principales registros pictóricos de Méjica, su compromiso con el color y la expresividad del gesto. También sus esculturas y cerámicas se debaten entre la figuración y lo simbólico, entre la representación y el signo. Y es que a la postre todas son manifestaciones de la misma unidad de espíritu, entusiasmo y vitalidad creadora.

Su actual singladura, entre el "ojocentrismo" y el "neocubismo", resulta una clara oportunidad para descubrir e identificar algunos de los registros más personales de este artista naviego y universal que, sin dejar de ser uno, es múltiple y proteiforme. El "ojocentrismo" referencia sus obras de trazo más expresivo, donde lo ancestral, los simbolismos e impulsos atávicos son manifestación de una relación inmediata, casi espontánea y emocional, con la pintura.

Igualmente, desde otra perspectiva, participan de los colores ardidos y las formas ardientes sus toros y paisajes de las tierras de España, de gran dinamismo y brioso expresionismo.

Barco vertebrado, 2009.

En cuanto a sus pinturas "neocubistas", también sus materializaciones volumétricas y relieves, vienen protagonizados por la representación deconstruida, a modo de secuencia, de barcos fondeados en las dársenas de Navia o San Juan de la Arena, que multiplica y geometriza a través de la arquitectura del color -contenido y de gran equilibrio- y la superposición de planos, y que el artista socia con la poshistoria de la aventura cubista.

En suma, una exposición que nos descubre el Méjica más personal, siempre con un punto de magia, que se manifiesta en sus formas más o menos coloristas y expresivas, con soluciones eclécticas entre lo esquemático y el neocubismo, la abstracción motivada y los neoexpresionismos más actuales, lo gestual y lo sígnico. Méjica, él solo, casi una Historia del Arte.

La invención de la rueda celebrada por una coreografía de caballos, 2009.
La invención de la rueda celebrada por una coreografía de caballos, 2009.

El grafismo totémico de Méjica, al igual que su "ojocentrismo", se identifica por los gestos inimitables, plenos en su rigor esquemático y expresionista.

Vulcano forjó las velas en un mazo de Santalla de Oscos, 2009.
Vulcano forjó las velas en un mazo de Santalla de Oscos, 2009.

Los barcos neocubistas de Méjica. Una tipología de composiciones personalísimas, que hibrída geometría con ritmo cromático y síntesis figurativa con rigor constructivo.

Animal-tótem, 2008.
Animal-tótem, 2008.

Sean metales, piedra, cerámica o cualquier otro soporte, las materializaciones volumétricas de Méjica participan de la personalidad y expresividad que se reconoce en todas sus creaciones, dotándolas de un hálito mágico y/o surreal, cuando no de formas orgánicas y sugerentes.